MI EXPERIENCIA CON AIRBNB
Bueno, hoy les quiero contar lo que fue nuestra experiencia (hablo por L también) con Airbnb en nuestro viaje a NY. Como les mencioné anteriormente, habíamos alquilado una habitación en Harlem durante toda nuestra estadía que fue de 15 días. Nunca habíamos usado Airbnb y decidimos hacerlo por recomendaciones de nuestros amigos que habían alquilado habitaciones y departamentos por ahí y nos lo recomendaban. Sumado a que es mucho mas barato que pagar un hotel en NY.
Básicamente encontramos el lugar faltando un mes para nuestro viaje. Era una habitación con una cama doble, tele, baño compartido con la dueña que vivía ahí y podíamos usar la cocina para desayunar. El lugar no era muy lindo estéticamente hablando, pero quedaba cerca del metro y nuestro pensamiento era: Vamos a ir sólo a dormir, así que no vale la pena invertir mucho dinero. Con lo cual decidimos hacer la reserva inmediatamente y Airbnb te hace pagar todo de una vez con tarjeta de crédito. Pagamos y nos contactamos a través de esa misma página con la dueña (que aclaro tenía una sola calificación y era positiva) y coordinamos fecha y hora de llegada.
Al llegar al lugar tocábamos el timbre y no atendía nadie. De repente venía saliendo una señora del edificio y nos pregunta a quien buscábamos, a lo que respondemos el nombre de la persona y nos dice que si, que vive ahí y que a lo mejor había salido, pero que no debería andar muy lejos. Bueno, nosotros seguimos tocando el timbre, llamábamos al número de teléfono que nos había dado pero no teníamos respuesta. Imagínense yo como estaba.. Después de todos los contratiempos que habíamos atravesado para llegar a NY, ahora no había nadie en el lugar donde nos íbamos a quedar. Pánico es poco para describirles mi sensación.
Pasados unos 10 minutos decidimos escribirle una nota y dejársela en la puerta, avisándole que íbamos a buscar algo para comer y después regresábamos. Si. Cansadisimos, con las valijas encima, en Harlem (que no pasa nada, es super seguro pero nosotros recién llegados y argentinizados desconfiábamos de todo el que pasara por al lado) Estabamos por irnos cuando por el portero escuchamos que decían mi nombre, a lo cual contestamos y por fin se abrió la puerta.
Subimos 3 pisos por escalera y llegamos al departamento. Un departamento oscuro, donde sonaba una radio evangelista en inglés a todo volumen en la cocina. Ahí vivían esa señora que es de República Dominicana, una perra y un gato. En principio ella nos recibió bien. Fue muy amable, nos mostró la habitación (que por suerte daba a la calle, por lo cual era luminosa) Nos dijo las reglas de la casa y nos entregó las llaves. En ese momento también nos dijo de que no nos había abierto la puerta antes porque la señora que les digo que salió cuando nosotros estábamos abajo tocando el timbre, era la encargada del edificio y no se podía enterar de que nos estaban alquilando una habitación en uno de los departamentos del edificio porque está prohibido (turrrrbio)
Durante los primeros 5 días de nuestra estadía todo estuvo bien. La dueña del departamento nos saludaba de buena manera, nos daba indicaciones de tiendas para comprar cerca y barato y nos dijo que podíamos utilizar la cocina y podíamos tomar agua filtrada siempre y cuando rellenaramos siempre la jarra, cosa que hacíamos todos los días. Hasta me prestó su plancha de pelo mientras yo conseguía un adaptador para comprar la mía. La verdad que estábamos a gusto (íbamos solo a dormir, nos levantábamos, desayunábamos y salíamos)
A partir del sexto día su estado de ánimo y forma de dirigirse hacia nosotros empezó a cambiar. De repente ya no nos saludaba cuando entrábamos al departamento, simplemente nos miraba de forma extraña. Cada vez que íbamos a la cocina ella venía detrás y renegando nos daba indicaciones de como usar el microondas y hasta que no salíamos de la cocina ella no se iba. Una noche cuando yo estaba llenando una botella de agua para llevar a la habitación se paró en la puerta de la cocina y mirándome fijamente me dice "ustedes gastan toda el agua llenando esas botellas" A lo que amablemente le contesto. Lo hago todas las noches y vuelvo a llenar la jarra, tal como nos dijiste el primer día ¿Te molesta? Y ella moviendo la cabeza de un lado al otro, sin dejar de mirarme fijamente me dijo "No" (acuérdense que ella misma nos había dado permiso de usar esa bendita jarra de agua) En uno de esos momentos donde nos controlaba en la cocina nos dijo que no secaramos los platos con las servilletas de papel porque se gastaban muy rápido. Con lo cual, el día que fuimos al supermercado decidimos comprar un rollo de papel de cocina para reponerle el que le habíamos gastado. Cosa que a nosotros nos parece lo más normal del mundo, pero no saben el dramón que nos hizo esa señora cuando se lo entregamos. Se super ofendió, diciéndonos que entonces no nos podía decir nada porque todo nos lo tomábamos a mal, que ella no recibía el rollo porque era una ofensa hacia ella... Les juro que nosotros no entendíamos nada ¡Tanto escándalo porque le estábamos reponiendo un rollo de papel de miércoles! ¿Que onda? Bueno, después de una escena donde nos hizo perder mucho tiempo gastándonos en explicarle que lo hacíamos de buena manera porque le habíamos usado el rollo de ella y que por favor lo aceptara, accedió.
De ahí en más, empezaron a pasar cosas más extrañas como por ejemplo: Llegar a la habitación a la noche y darnos cuenta de que ella había entrado y había estado chusmeando nuestras cosas (porque encontrábamos las cosas movidas del lugar donde las habíamos dejado), salir al baño y sentir los pasos de ella atrás como vigilándonos. Un día que estábamos desayunando nos dijo que si íbamos de vacaciones a New York teníamos que tener plata para comer afuera (cuando ella misma nos había dicho que podíamos usar la cocina) que de paso aclaro que lo único que le usamos fue el horno microondas y el hornito eléctrico pequeño y una vez la licuadora. Y lo que más nos desconcertó fue cuando una mañana a las 9:30 tocó la puerta de nuestra habitación donde nosotros estábamos durmiendo...
Yo me levanto, abro re dormida y le pregunto ¿Que pasa? A lo que me contesta que ¡por qué estábamos ahí todavía, si siempre nos despertábamos a las 8 y nos íbamos! Les juro que L y yo no lo podíamos creer (digan que estábamos medio dormidos y por eso no la mandamos a la miércoles en ese preciso momento) A lo que le contesto que estábamos durmiendo porque estábamos MUY cansados y me dice "de verdad estaban durmiendo?" y SIIIII le digo ¡mírame la cara y el pelo como los tengo! No les puedo explicar la bronca que sentíamos. Estábamos pagando y esta vieja loca nos hacía sentir como si le estuviéramos invadiendo el departamento...
De más está decir que nos empezamos a sentir re incomodos con todas esas situaciones y ya ni siquiera desayunábamos ahí. Nos levantábamos, nos íbamos rápido y volviamos super tarde a la noche para no verle la cara. Así aguantamos dos días más hasta que decidimos irnos de ahí porque nos estaba dañando las vacaciones.
La decisión la tomamos una noche que llegamos y de repente vemos un letrero enorme en la cocina escrito por ella que decía ESTE APARTAMENTO ESTÁ MONITOREADO POR CIRCUITO CERRADO!!!!!! L y yo nos miramos sin entender nada. La radio que siempre estaba prendida en la cocina a todo volumen con la estación evangelista y el pastor que gritaba, esa noche estaba apagada y el departamento estaba a oscuras. Les juro que nos dio miedo. Nos imaginamos que la vieja loca de mie*da en cualquier momento saldría con un cuchillo a matarnos, con lo cual nos encerramos en la habitación a buscar en internet otro lugar para quedarnos y salir de ahí lo mas rápido posible.
No sé si nos paniqueamos demasiado, pero nos dimos cuenta de que ella era depresiva y bipolar y con una persona insana nunca se sabe lo que puede pasar. La interpretación que hicimos de ese letrero es que ella nos temía, se sentía amenazada por nosotros (no sabemos por qué) y teníamos miedo de que en su locura nos hiciera daño. Así que esa noche salimos una sola vez al baño los dos juntos porque yo no me atrevía a salir de la habitación sola. Luego nos encerramos a hacer las valijas y a seguir buscando lugar para irnos. Los hoteles eran impagables, así que después de mucho buscar, decidimos recurrir a Airbnb nuevamente (si, pese a esta horrible experiencia no nos quedó otra) Buscamos lugares con buenísimas calificaciones, leímos todas las reseñas y encontramos una habitación cerca del Upper East Side que nos convenía por el precio y por las calificaciones que tenía la chica que la alquilaba. Así que de una vez le mandé un mensaje diciendo si podíamos quedarnos allá desde el día siguiente y contestó a los 10 minutos dándonos el OK. Inmediatamente hicimos la reserva, pagamos con la tarjeta de crédito y no les puedo explicar el alivio que sentimos... Pero ahora, había que pasar toda la noche ahí con esa loca de mi*erda en la habitación de al lado.
No pegamos un ojo en toda la noche. Escuchábamos como ella se levantaba muchas veces en el medio de la noche y daba vueltas por el departamento. Las imágenes que se nos cruzaban por la cabeza nos hicieron trabar la puerta con todas nuestras valijas y básicamente dormir vestidos. Les juro que teníamos miedo de que en cualquier momento ella entrara con un cuchillo a matarnos (si, hemos visto demasiadas películas, pero con una psyco de esas nunca se sabe)
Esa noche fue eterna y de paso, el check in en el otro lugar recién lo podíamos hacer a las 3 de la tarde.
A la mañana siguiente yo junté todo mi coraje y salí al baño a bañarme. No sin antes hacer un trabajo de inteligencia con L que incluía llevar el celular en la mano, caminar rápido hasta el baño, encerrarme ahí y avisarle por whatsapp que había llegado sana y salva. Bañarme super rápido, avisarle por whastapp a L que iba a salir y que estuviera al lado de la puerta para abrirme jajajajaja, ahora que ya pasó todo esto y lo estoy contando acá me rio a carcajadas, pero ¡les juro que en ese momento tenía mucho miedo!
Bueno, llegada sana y salva a la habitación repetimos el mismo protocolo para que L pudiera ir a bañarse. Les juro que las horas no pasaban. Esa mañana se nos hizo eterna y no nos fuimos antes porque no podíamos salir con 4 valijas, dos mochilas y una iMac a sentarnos en algún café a esperar que se hicieran las 3 de la tarde.
Teníamos planeado salir a las 2 de ahí y mientras llegábamos al otro lugar se fueran haciendo las 3. A la 1 de la tarde yo no aguanté mas y le dije a L ¡Vamonos! Pidamos un ubber y de última esperamos en la puerta del nuevo edificio hasta que se hagan las 3, pero no aguanto estar un segundo mas en este lugar. Y así hicimos, pedimos un ubber, abrimos la puerta de la habitación y empezamos a sacar todas las valijas. En ese preciso momento la vieja loca de mie*da aparece en el pasillo preguntándonos para donde vamos con todo eso. A lo que le contestábamos que nos íbamos a otro lugar porque nos sentíamos incómodos ahí. ¡PARA QUÉ! El show que nos armó. Se nos puso delante de nosotros sin dejarnos atravesar el pasillo gritando y manoteando que NO NOS IBAMOS A NINGUNA PARTE porque ella no había hecho nada malo. Que nosotros éramos muy sensibles por tomarnos a mal todas sus críticas y que si era por el letrero que había dejado la noche anterior en la cocina ella ya lo había sacado y jurando y perjurando por dios y la virgen y todos los santos que éramos unos DESAGRADECIDOS. O sea, a la vieja le habíamos pagado y ella creía en su locura que estábamos ahí de gratis... Les juro que nosotros lo único que queríamos era salir de ahí. Por eso le dijimos simplemente que nos sentíamos incomodos y que por eso nos íbamos. Yo viendo en el celular que el auto de ubber ya estaba abajo le digo a L que ya está el auto esperando y que nos fuéramos rápido. A todo esto yo tenía una mochila colgada, la valija grande en mi mano izquierda y la iMac en mi mano derecha. Cuando voy a avanzar para alcanzar la puerta, la vieja de mie*rda me agarra la iMac como queriéndomela quitar de la mano y me dice "USTEDES NO SE VAN CON ESO A NINGUN LADO" Ayyyy les juro que tironeando mi iMac estuve a punto de sacar el celular con la otra mano y llamar al 911. Pensé que la vieja loca de mie*da nos quería secuestrar y de paso estábamos justo al lado de la cocina (Si, imagínense mi cabeza girando a mil por hora pensando que en cualquier momento la vieja agarraba un cuchillo y nos mataba) Entonces tironeando con la vieja lo miro a Lucas y entre los dos le dijimos amablemente que por favor no generara una situación más incomoda, que soltara la iMac y que nos íbamos ¡Que no queríamos estar mas ahí! Y en el momento en que la vieja aflojó con el tironeo yo agarré la iMac con mas fuerza y de un tirón se la saqué de la mano y enfilé hacia la puerta totalmente enfurecida. Mi paciencia se había agotado y ya no sentía mas miedo. Sentía bronca.
Abrí la puerta, salí con mi valija, mi iMac y mi mochila colgada y fui bajando todo por escalera mientras L sacaba las otras valijas. Les juro que no se de donde saqué fuerzas para bajar todo eso tres pisos por escalera. Se ve que la adrenalina hizo su efecto. A todo esto, mientras bajábamos las valijas la vieja loca de mie*da estaba en el palier a los gritos. Seguía repitiendo su speech de que éramos unos desagradecidos y manoteaba como loca. Ahí si no le importó que la encargada del edificio se enterara que éramos sus huéspedes...
Bueno, por fin salimos del edificio, subimos todo al auto que nos esperaba y nos fuimos al nuevo departamento.
No les puedo explicar la tranquilidad que sentíamos y lo cansados que estábamos porque ya la adrenalina había bajado y sentíamos las consecuencias de haber bajado las valijas pesadísimas tres pisos por escalera, mas el no haber dormido la noche anterior. Pero habíamos salido de ese lugar horrendo que nos estaba dañando las vacaciones y ahora sólo nos quedaban cuatro días mas en NY.
El departamento al que llegamos era PRECIOSO. Un piso 11 con una vista al río increíble. Luminoso, lindo, bien decorado. La chica que nos recibió (Aicha) fue super amable y sólo la vimos 3 veces en esos 4 días. La primera cuando nos recibió, la segunda una noche que estábamos en la cocina y ella entraba al departamento y la tercera, la mañana que nos íbamos cuando toqué la puerta de su habitación para entregarle las llaves. Nada que ver con la loca de mie*rda del primer departamento.
Acá podíamos usar la cocina a gusto y piacere, había dos baños (cosa importantísima si van a compartir con más gente) y lo mejor de todo la vista de nuestra habitación.. Dos ventanotas. Una que daba al río y la otra a los rascacielos.
Sólo tomé dos fotos y ahora me arrepiento de no haber tomado más para mostrarles acá, pero bueno.. se imaginarán que con todo el stress que habíamos pasado lo único que nos importaba era descansar y aprovechar al máximo nuestros últimos cuatro días en NY.
Nuestra vista desde una de las ventanas de la habitación
El comedor que estaba dentro de la cocina, donde durante 4 días desayunamos sintiéndonos muy felices
Para cerrar este post tan largo, pero espero que al menos lo encuentren divertido, les quiero contar que obviamente en Airbnb dejé mi calificación excelente para Aicha (la anfitriona del segundo departamento) y que a la vieja loca de mie*da del primer departamento la aniquilé con la calificación contando absolutamente todo. Y además de eso envié un mensaje privado a Airbnb contando mi mala experiencia y diciendo que una persona insana no puede ser anfitriona porque es un peligro ¿Y saben que pasó? Al día siguiente de haber dejado mi calificación en el perfil de la loca de mie*da entré a Airbnb a ver si ella había respondido algo (porque como en ML tienes el derecho a réplica) y me encontré conque mi calificación no estaba. No aparece mas en el perfil de ella, ni en ningún lado. Cosa que me pareció muy rara e inmediatamente me puse a investigar a ver que pasaba y adivinen que me encontré ¡AIRBNB BORRA TODAS LAS CALIFICACIONES NEGATIVAS! Si, así como lo leen. Investigué un montón y hay muchísima gente a la que le pasó lo mismo que a mi. Tuvieron una mala experiencia, dejaron su calificación contando la verdad y Airbnb las borró. Porque se dieron cuenta de que se les estaba dañando el negocio. GRRRRRRR.. O sea, miren si a alguien más le había pasado lo que nos pasó a nosotros con esa vieja de mie*rda y esas calificaciones también desaparecieron gracias a Airbnb.. Uno confía en las calificaciones que ve, pero ahora está más que demostrado que sólo dejan las buenas y eliminan las malas.
Con lo cual, solo puedo decirles que la próxima vez que viajemos nos quedaremos en un hotel. Así cueste un ojo de la cara, así solo vayamos a dormir, pero no volveremos a confiar en Airbnb. Por más que nuestra segunda experiencia haya sido placentera, preferimos no volver a arriesgarnos y que nuevamente nos toque una vieja loca de mie*rda como en el primer caso.
¿A ustedes les pasó algo parecido alguna vez?
¿Usan Airbnb o prefieren pagar hotel?
¡Hasta la próxima!