WORKING CLASS HEROES. SEMANA II

¡Que rápido se pasa el fin de semana! Aggggghhhhh... Ya se cumplió mi segunda semana de trabajo bajo relación de dependencia (si no saben de que estoy hablando, click acá), terminaron mis dos semanas de entrenamiento y como ya me desenvuelvo con soltura, a partir de mañana me trasladan a la sede de Puerto Madero. Si bien el trabajo va a ser el mismo, siempre está la intriga y la ansiedad por saber que gente voy a encontrar. Ya me había acostumbrado a mis compañeros de trabajo del edificio del Microcentro, asi que espero que el cambio no sea muy abrupto.

En estas dos semanas, además de las cosas que tengo que hacer en el trabajo aprendí muchas otras. Aprendí a observar la cotidianidad y lo que significa hacer la misma actividad durante seis horas diarias, cinco días a la semana (hace muchos años que no lo vivía) Vi el sacrificio de una compañera de trabajo que tiene que dejar a sus tres hijas en casa mientras ella sale a trabajar y no tiene niñera (su hija mayor cuida de las dos más chiquitas) Ella no trabaja seis horas diarias como yo, ella trabaja diez, y aún así da lo mejor de si todos los días y sonrie. Vi el sacrificio y el cansancio de otra compañera que también trabaja diez horas diarias y después de esas diez horas sale corriendo a otro trabajo de seis horas más para juntar unos pesos ¡Y yo me quejaba porque no me alcanzaba el tiempo ni la energía para hacer todo! Admiración es poco para describir lo que siento por ellas dos. Y sé que asi como ellas hay millones de personas en el mundo que hacen lo mismo todos los días con la mejor de las caras para cumplir sus sueños o simplemente porque no les queda otra.

Bueno, saliendo del tema laboral, también se cumplieron dos semanas de mi nueva rutina de ejercicio y alimentación. Puedo decir con orgullo que ¡bajé 2 kilos en quince días! Es increíble como mi organismo se acostumbró a comer de manera saludable y ahora no extraño las harinas, ni lo dulce, ni la comida tóxica que solía comer antes. Ahora cada vez que tengo hambre como algo que sé que a mi cuerpo le hace bien y créanme, el organismo lo agradece, al igual que el ejercicio. Ir al gimnasio cinco días a la semana, además de ayudarme a bajar de peso me ayuda a mantener la paz mental y la liberación de endorfinas me mantiene arriba el ánimo (cosa que a mi no me sucedía muy a menudo)

Obviamente que no es fácil ir a hacer ejercicio todos los dias, pero con fuerza de voluntad y focalizandome en mi objetivo, es más llevadero. Además cuando se empiezan a ver los resultados uno se da cuenta de que tanto esfuerzo realmente vale la pena.

Bueno, ahora veré una película con mis dos gatas y en un par de horas a dormir. Mañana comienza la tercera semana de este desafío, asi que veremos que aventuras nuevas me depara para contarles acá.

¡Hasta la próxima!