EL FIN DE UN CICLO.
Como muchos sabrán hace dos años creé Cucu. Mi tienda online de objetos de decoración. La idea surgió en medio de una crisis vocacional y profesional. Harta. No, mas bien HARTISIMA de dar clases de canto y piano, de lidiar con gente y sin saber que hacer con mi vida, L me propuso buscar algo para hacer desde casa. Algo que me gustara y que me hiciera felíz. No lo tuve que pensar mucho la verdad. Siempre, siempre me gustaron las manualidades, los colores, las telas, la decoración y desde muy pequeña sabía manejar la máquina de coser y muchas otras herramientas y lo que no sabía hacer, me las ingeniaba para aprenderlo y lograba construir las cosas que pasaban por mi cabeza. Llamese un bolso, un cinturón, una lámpara, una alcancía, lo que fuera.
Mi cabeza funciona como un rompecabezas cuando estoy en el proceso creativo. No se como, tampoco se explicarlo. Pero cuando me imagino algo terminado veo el objeto en mi mente y empiezo a desglosarlo como sacando parte por parte y ahi aparecen los materiales, los colores, la textura, el tamaño y demás.
Bueno, asi me pasó con Cucu. Sabía que queria hacer objetos para decorar la casa, no sólo la mia, sino la de otra gente. Si hay un lugar que amo es mi casa y me gusta rodearme de cosas bellas. Quería que la gente llenara su casa de cosas lindas y que las disfrutara. Empecé haciendo almohadones, seguí con mi linea de muñequitos en crochet (lo que derivó en una tendinitis insoportable) Y este año incorporé muebles antiguos que restauro y reciclo.
El primer año no fue fácil, pero remándola (eso es lo que hacemos todos los emprendedores, remar y remar) logré vender bastante y hasta recuperé la inversión para devolversela a L. Pedidos iban y venían a tiendas del interior y a particulares y todo iba bastante bien. A partir del segundo año, finales de 2014 se empezó a vender cada vez menos y seamos sinceros, el negocio de los almohadones ya no es rentable. Demasiada oferta, poca demanda, precios con los que no se puede competir y una montaña de almohadones encerrados en mi placard desde hace meses me llevaron a tomar la decisión de decirle adiós a Cucu. Es un adiós parcial. No total. La pàgina web dejará de existir y si bien ya no haré mas almohadones ni muñecos, ni ningún objeto de decoración, si seguiré restaurando muebles para vender. A partir de hoy mi tienda estará incluida en este blog y cada vez que tenga un mueble listo lo subiré a la página que dice "MI TIENDA" en el menú principal para que el que quiera lo pueda ver y comprar. Algunos muñequitos que quedaron y la montaña de almohadones que tengo en mi placard seguirán a la venta a través de la página de facebook de Cucu. No me voy a tomar el trabajo de subirlos uno por uno acá. Se venderán algún día o en un arranque de furia los donaré. No lo sé, pero si les interesa les dejo el enlace de para que los vean y si quieren compren http://bit.ly/tiendacucu
Creo que no me queda nada más por decir, salvo darle las gracias a L por apoyarme en todo lo que emprendo y por supuesto a todas las personas que alguna vez compraron algo en Cucu. El hecho de que les gustara lo que hacía y se llevaran algo hecho con mis manos y con tanto amor me hacía sentir una gratitud increíble ¡Muchas gracias!